La cobertura de NotiPress sobre el trabajo de Cornell, en PNAS, confirma algo. Quienes vivimos el día a día en redes sociales media lo vemos a pie de feed. La interacción no es sinónimo de calidad. La cultura de plataforma amplifica lo llamativo por encima de lo fiable. El hallazgo más incómodo también es el más útil. Sirve a quien crea contenidos o gestiona marcas en redes. Incluso sin recomendaciones algorítmicas clásicas, esos enlaces rinden más. Las noticias de menor fiabilidad reciben más “me gusta” y más compartidos. En resumen, el sesgo no descansa solo en la máquina. Se alimenta de nuestros reflejos y emociones rápidas. Incluye sorpresa, indignación y tribalismo. Así, un titular dudoso se vuelve dinamita para el scroll.

Más allá del algoritmo de redes sociales
Me interesa especialmente el matiz que subraya la pieza. Cuando un contenido sigue las normas culturales de una plataforma, despega. Hablo de chistes internos, jerga y ritmo propio. Esto sucede al margen de la ideología dominante. Quien haya visto un timeline de X lo sabe. También sucede en Reddit y en Mastodon. Cada ecosistema premia códigos distintos. Lo relevante es esto: con esos códigos, la baja calidad rinde. Se vuelve rentable en términos de engagement. He visto la misma mecánica en publicidad. A veces, una creatividad torpe detiene el dedo por disonancia. Basta un fallo visible en montaje o tipografía. El resultado es una catarata de comentarios y reacciones. Maquillan de éxito lo que, en negocio, se queda corto. La pieza de NotiPress funciona como un espejo. Si incluso sin “feed inteligente” se premia lo chocante, hay lección. El desafío no es gritarle al algoritmo. Consiste en disciplinar qué medimos y por qué.
Atención útil vs. atención hueca
Aquí conviene separar, con bisturí, dos atenciones. Una avanza una intención real. La otra solo inflama conversaciones efímeras. En campañas reales he comparado versiones pulidas y crudas de una misma idea. El patrón se repite una y otra vez. La versión imperfecta dispara comentarios y compartidos. No mueve el clic cualificado ni mejora el coste por oportunidad. La lectura del artículo confirma ese instinto profesional. Si persigues aplausos, encontrarás aplausos. Si persigues resultados, mira más allá del aplauso. La métrica reina cambia de nombre según el objetivo. Puede ser retención, clics de calidad, leads o ventas. Siempre comparte una condición clave. Debe importar fuera de la plataforma.
Diseño editorial con criterio
Desde una óptica editorial, la lección es incómoda y liberadora. Incómoda, porque obliga a renunciar a atajos que dan números bonitos. Liberadora, porque devuelve control a decisiones que sí manejamos. Elegimos temas con evidencia y construimos ganchos con propósito. Despertamos curiosidad sin degradar el contexto. Aportamos pruebas y fuentes cuando el dato lo exige. Anclamos la evaluación del rendimiento en indicadores duraderos. Esos indicadores sobreviven a la espuma de un día. La tentación de replicar la chapuza viral existe. Lo he visto y, a veces, lo he sufrido. Su coste reputacional y de audiencia suele ser alto. A medio plazo, supera la satisfacción de ver subir corazones.
La gramática de cada plataforma
La lectura de NotiPress invita a pensar la arquitectura de cada red. Funciona como un lenguaje con gramática propia. El estudio detecta ventaja para lo poco fiable en espacios dispares. El denominador común no es la doctrina, sino la dramaturgia. Hablo de titulares que prometen conflicto. También de piezas que apelan a identidades. Y de mensajes que nos hacen sentir dentro o fuera. Conocer esa dramaturgia no otorga permiso para abusar. Es, más bien, una responsabilidad de uso con criterio. Un buen gancho puede convivir con la verificación. Un ritmo ágil no exige sacrificar matices. A la larga, la audiencia reconoce quién la respeta. Premia esa diferencia con algo más escaso que un like. Regala tiempo, confianza y acción.

Riesgo y oportunidad para marcas
Quien dirige una marca tiene aquí un mapa claro. Hay riesgo y también oportunidad. Perseguir la interacción por la interacción erosiona autoridad. Además, atrae públicos que no convierten. También hay oportunidad si entendemos la chispa del interés. Así diseñamos piezas que detienen el scroll. Y sostenemos una promesa real a la audiencia. Cuando un contenido defectuoso se hace tema, no recomiendo copiarlo. Prefiero destilar qué lo hizo magnético. Puede ser un ángulo, una emoción o una promesa. Luego lo reconstruyo con una ejecución que honre la identidad. Y que respete el propósito de la marca. La diferencia se nota en frío. Hay menos carcajadas en los comentarios. Llegan más clics útiles y más coherencia. Al final, la conversación del día es barata. Lo caro es construir una marca sostenible. Mañana deberá volver a hablar y ser escuchada.
