Hoy por hoy, existen más canales de comercialización que nunca. Nunca ha sido tan fácil ni ha estado tan al alcance de nuestra mano adquirir casi cualquier objeto desde el sofá de nuestra casa. Desde hacer la compra en nuestro supermercado habitual, hasta hacernos con el último disco de nuestro cantante favorito. Todo con en un solo clic. ¿El mayor problema? Todos los datos personales que tenemos que introducir para poder realizar la compra de manera satisfactoria. Nombre y apellidos, dirección de envío, teléfono móvil, número de tarjeta de crédito y a veces incluso número de DNI. ¿Hasta qué punto es seguro proporcionar todos estos datos en internet? El riesgo de caer en una estafa de una página “pirata” está presente y lamentablemente no es algo aislado. La Guardia Civil asegura que la cultura de internet cada vez es más común y que por lo tanto, se dan menos engaños.
La estafa más común y visual es encontrarnos productos con costes muy bajos. Es muy importante que sepamos diferenciar entre rebajas y estafas. Es difícil saber que patrón siguen los timos, pero podemos usar el sentido común para alejarnos de ellos. Es obvio que un abrigo de piel que puede costar 1.500€ en una tienda, no puede costar 40€ en internet. Algo no cuadra. Probablemente sea una imitación o el artículo comprado no se parezca en nada al de la fotografía.
Un fraude muy común es crear un sitio web que a ojos de cualquier usuario puede parecer auténtico, pero que vende cosas inexistentes o de valor inferior al real (entradas falsas para eventos, por ejemplo). El pago se realiza por tarjeta de crédito y además de haber proporcionado los datos, no obtienes el producto deseado.
El “hishing” es un fenómeno quizá no muy conocido por su nombre, pero bastante común. Se trata de llevar a cabo la estafa mediante un correo electrónico o algún servicio de mensajería instantánea. Mediante este método se adquieren datos importantes de la víctima, no solo el número de su tarjeta de crédito, también contraseñas y nombres de usuario para poder suplantar identidades y poder seguir con la estafa.
Para evitar una estafa, no debemos dejarnos llevar de manera impulsiva, debemos buscar opiniones fiables sobre el sitio web donde vamos a dejar nuestros datos y sobre todo debemos tener sentido común.
¿Y tú qué opinas? ¿Alguna vez te has encontrado con una página de estas características? ¿Alguna vez has sido víctima de una estafa?