La multinacional tecnológica Google reclama a un niño alicantino de 12 años, 100.000 euros por la publicidad que contrató por error a través de la plataforma de anuncios AdWords.
El chaval quería ser “Youtuber” y cobrar mucho dinero por los contenidos de su canal, pero cometió un error de conceptos. En lugar de dar de alta una cuenta de Adsense que le permitiría obtener ingresos solicitando que apareciese publicidad en su canal, creó una cuenta de AdWords, en la que tiene que pagar para publicitarse.
Todo comenzó cuando el alumno de primero de ESO, decidió junto a un amigo de 15 años, abrir un canal en Youtube.
Su objetivo no era otro que imitar a los “Youtubers” más conocidos. Difundiendo contenidos sobre música, querían conseguir muchos followers y así cobrar mucho dinero. Pero se confundieron.
El trámite para contratar esta forma de publicidad es muy sencillo. Únicamente es necesario aportar una cuenta de correo electrónico, el número de una cuenta corriente y el sitio o página web que se pretende publicitar.
Fue a principios del mes de agosto cuando el banco alertó a la madre del niño, de los cargos continuados que estaban llegando desde Google Ireland, la sede de la empresa en Europa. Algunas cantidades eran de 50 euros, otras de 100, 150, 638, 915, hasta alcanzar los 18.000 en una semana.
Cantidad que no resulta llamativa si la comparamos con los 78.000 euros que se registraron el pasado 26 de septiembre. En cosa de un mes, la deuda ha ascendido a 100.000 euros.
La familia no cuenta con muchos recursos y ha necesitado de la ayuda de un informático, que les ha alertado de la grave situación en la que se encuentran y de las responsabilidades derivadas del suceso, y de un abogado que les están prestando sus servicios de forma altruista.