Google y Youtube se encuentran en la cuerda floja por insertar publicidad en contenidos inapropiados

Google y Youtube no están pasando buenos momentos. El gigante de los vídeos se enfrente a unos de los mayores problemas que ha tenido jamás en toda su trayectoria.

Hace unos días conocíamos la sorprendente noticia de que varios anunciantes del Reino Unido, como es el caso del propio Gobierno y marcas británicas de gran relevancia, ponían el grito en el cielo cuando vieron sus campañas publicitarias junto a contenidos religiosos extremistas en Youtube.

Algunas de estas marcas son: las entidades bancarias HSBC y RBS,  los grandes almacenes Marks & Spencer (M&S) y Havas Group UK. Todas ellas han decidido retirar su publicidad de Youtube después de lo ocurrido. Esta acción no solo da mala imagen a la marca anunciante, sino que parte del dinero que se genera con la publicidad, va destinado a los propietarios de los contenidos.

El presidente de Google de la división europea, Oriente Medio y África, Matt Brittin, ha pedido disculpas públicamente por los hechos.

“Me gustaría pedir disculpas a los socios y anunciantes que hayan podido resultar afectados porque sus anuncios aparecieron al lado de contenidos polémicos”. Con estas palabras, el CEO del gigante de Internet se ha disculpado en un comunicado, donde añadía que se toman muy en serio sus responsabilidades por lo que han iniciado una revisión exhaustiva de sus políticas para evitar más sucesos como este.

Tanto Google como Youtube han comenzado a trabajar en tres áreas. El gigante de las búsquedas se ha comprometido a eliminar todos sus anuncios que ataquen a las personas por razones religiosas, de raza o de género. Además, durante los próximos meses los anunciantes dispondrán de nuevas herramientas que les ayudarán a administrar de forma más concisa dónde aparecen sus anuncios. De esta manera, las marcas anunciantes podrán decidir que contenidos consideran de mayor riesgo y excluirlos. Los anunciantes dispondrán también de informes sobre métricas más completas con el objetivo de mejorar la transparencia y de aumentar los recursos para poder acelerar las revisiones posteriores de los anuncios. Google ha anunciado también que ampliará su plantilla para poder trabajar en la identificación de los contenidos que deben ser retirados, así como para el desarrollo de nuevas herramientas.

Tanto Google como Youtube esperan que adoptando estas medidas la polémica se disuelva y puedan recuperar las confianza de sus anunciantes.

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